La conexión

En estos momentos, pienso que el proyecto de arquitectura debe formar parte de una conexión,
con la gente del lugar, con los edificios y espacios del lugar, con el momento social, cultural y económico del lugar y además, con fuerzas y energías que existen, pero que aún no conocemos.
Sin embargo, esa conexión - en mí caso - produce un conjunto de ideas que más que la complacencia sumisa a unos pocos, a mi ego, a la moda o modos económicos imperantes, busca criticar para intentar mejorar, básicamente las necesidades reales de ese lugar al que intervendremos.
Pero lo más importante, es que esa amalgama de energía e información pase por el filtro de mí conciencia y de mis capacidades para que después de un esfuerzo considerable -no exento de duras caídas- surja no un producto perfecto, sino una unidad creativa coherente que merezca ser expuesta, construída y finalmente vivida por una mayoría.
Eso, es en esencia, el preludio de mi proyecto fin de carrera.